La serie Flatliners que nunca llegó: Stephen Susco cuenta qué pasó

16/09/2025 • REDACCIÓN

Flatliners —o Línea mortal, como se conoció en España— es todo un clásico de culto dentro del cine fantástico y de terror. Estrenada en 1990, la película narra el experimento de un grupo de jóvenes científicos que se adentran en el umbral de la muerte para descubrir qué hay al otro lado. Dirigida por Joel Schumacher y con un reparto de lujo encabezado por Kiefer Sutherland, Julia Roberts y Kevin Bacon, la cinta fue un éxito en su momento y con el tiempo se convirtió en una de las más recordadas de la filmografía del director.

Con semejante legado, no sorprende que en su momento se planteara continuar la historia en formato de serie de televisión. La adaptación habría funcionado como una secuela directa de la película original, ampliando su universo y mitología con un nuevo elenco, aunque sin descartar el regreso de los personajes clásicos. Todo parecía encaminado, pero la serie nunca llegó a materializarse. Ahora, Stephen Susco revela por primera vez en una entrevista para Bloody Disgusting qué fue lo que realmente ocurrió.

Cómo comenzó la serie Flatliners

«En 1990 estaba en tercero de secundaria, y ese año hubo muchas películas que resultaron transformadoras para mí. Me hice amigo del encargado del videoclub, que me dejaba alquilar cintas de terror para mayores de 18 años. Muchas eran de género, pero en 1990 hubo dos en particular: Flatliners y Jacob’s Ladder —La escalera de Jacob—. Esas películas cambiaron por completo mi vida y mi manera de ver el potencial narrativo del cine de terror».

A comienzos de los 2000, Stephen Susco ya acumulaba experiencia como guionista cuando desarrolló junto a Marvel y Sci-Fi Channel una serie sobre el personaje de cómic Brother Voodoo, que finalmente no llegó a producirse. Poco después alcanzaría el éxito en Hollywood con el guion de The Grudge (2004), la versión estadounidense dirigida por Takashi Shimizu, y regresaría en 2006 para firmar su secuela, rodada en los estudios Toho de Tokio:

La maldición 2004
El grito 2004

«Cuando regresé de Japón a principios de 2006, hablaba con mis agentes sobre lo mucho que había disfrutado la experiencia televisiva y de cómo quería repetirla. Ellos mencionaron Flatliners. Me dijeron que Sony Pictures estaba revisando su catálogo en busca de títulos que pudieran adaptarse bien a la televisión, y obviamente Flatliners apareció en la lista. En ese momento me emocioné por completo, porque esa película había cambiado mi vida».

El desarrollo de la serie

Al comenzar a desarrollar la idea de una posible serie de Flatliners, Susco buscó ampliar lo planteado en la primera película y alejarse de la simple idea de unos experimentos médicos clandestinos. Para él, “tenía sentido, porque lo que la primera película exploraba era esencialmente algo nuevo y, en cierto modo, accidental. Se había descubierto por casualidad, pero no era algo que pudiera ignorarse más allá de ese punto. En su enfoque, los sucesos de los médicos no podían quedar en el vacío: alguien inevitablemente se enteraría, y eso abriría muchas preguntas, tanto prácticas como existenciales.

El guionista recuerda que en aquellas conversaciones se preguntó: “¿Y si veinte años después la gente hubiera estado estudiando esto en silencio, intentando averiguar qué fue y qué lo causó? ¿Fue real? ¿No lo fue?”. Esa idea conectaba, además, con los avances tecnológicos de la época y con la posibilidad de explorar con más detalle qué ocurre en el cerebro humano en el instante de la muerte.

Serie Flatliners 1990

Michael Douglas dio su bendición

Susco reconoce también que el proyecto nació en plena era de Lost (Perdidos), y eso influyó en el tono que quería darle: “Definitivamente había un interés en encontrar algo similar: un poco de ciencia ficción, preguntas existenciales, mucho misterio… pero que también fuera muy accesible para el público.

El guionista desarrolló Flatliners junto a Sony y Reveille Productions, la productora responsable de la versión estadounidense de The Office. Aunque ambas compañías quedaron satisfechas con su propuesta, le advirtieron que debía conseguir la aprobación de un último productor. «En cierto momento me dijeron: “Sabes… tienes que presentárselo a Michael”.Y yo estaba como: ‘¿Michael quién?’ Dijeron: ‘Michael Douglas’. Y yo pensé: ‘¿¡Ese Michael Douglas!?».

El actor de Instinto básico también ha tenido una exitosa trayectoria como productor, impulsando proyectos como Alguien voló sobre el nido del cuco, Starman y, claro, la Flatliners original: «Yo era un joven guionista. Había trabajado con directores interesantes y gente muy talentosa, pero nunca con alguien tan legendario como Michael Douglas. Así que programaron una reunión para que lo conociera en su hotel».

Tras discutir la propuesta, Douglas dio finalmente su visto bueno. Con su aprobación, Susco escribió un guion diseñado como piloto para la posible serie, pero que también podía funcionar como una secuela independiente. El estudio quería asegurarse las manos: «Así podemos llamarlo Flatliners 2. Si sale bien, la estrenamos en cines. Si no, la sacamos en vídeo. Y de cualquier forma, tenemos un piloto que la gente puede ver».

Serie Flatliners 1990

Cómo habría sido la serie Flatliners

Susco explica que, aunque Flatliners siempre fue concebida como una historia de terror, en realidad había mucho más detrás de los «sustos»:

«Si solo te quedas con los elementos de terror, pierdes la otra cara de la idea, que es igual de importante. En esa premisa también hay un componente de redención. Sí, los personajes se enfrentan a cosas terribles, pero no como un castigo, sino con la esperanza de que, al hacerlo, puedan redimirse o incluso trascender. Para mí, siempre hubo un trasfondo existencial que resultaba, en el fondo, muy optimista».

El guionista señala que la película solo pudo rozar esas ideas, mientras que una serie habría dado margen para explorarlas a fondo:

«Sería genial tener horas y horas para profundizar en todo eso, sin limitarse a un nicho de terror puro, y abrirlo hacia un espectro más amplio de géneros».

Serie Flatliners 1990

¿Por qué nunca ocurrió?

Entonces, ¿por qué la serie Flatliners nunca llegó a hacerse? Con un guion completo y una biblia de la serie preparada, lo lógico habría sido pensar que la luz verde estaba cerca. Sin embargo, el guionista lo niega: «No estuvo tan cerca. Nunca obtuve una respuesta definitiva. Simplemente pensé: ‘Vamos a imaginarlo como una película’, por eso creo que Kiefer participó en el remake». Sea como fuere, aquel largometraje terminó siendo un fracaso de crítica y público.

Aun así, el guionista no pierde la esperanza de que la franquicia pueda resucitar algún día:

«Un estudio o una cadena dirá en algún momento: ‘Oye, queremos devolverle la vida a…’. No creo que pase una semana sin que alguno de mis representantes me mande un correo preguntándome si quiero hacer Don’t Answer the Phone o Cujo… Siempre están reciclando películas, haciendo remakes y reboots, porque prefieren trabajar con material ya conocido para el público. Especialmente en cine, porque les cuesta más comercializar una película que hacerla. Podemos criticarlo, pero desde un punto de vista práctico se entiende: arriesgarse con algo nuevo siempre es mucho más difícil que apostar por algo que el público ya conoce».

Os lanzamos la pregunta: ¿os gustaría que la serie Flatliners viese la luz algún día o, por el contrario, estáis ya cansados de ver remakes y reboots de lo mismo?

Este artículo forma parte de Nightmares News, la revista independiente de cine de terror y fantástico.

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